
Bruno Rodríguez: EE.UU. utiliza el bloqueo para provocar un estallido social en Cuba
Por TeleSUR
- Canciller cubano critica que la agresión del bloqueo no es solo económica, sino planificada para causar daños sociales y humanitarios y que se derroque el orden constitucional electo por sus compatriotas.
LA HABANA.- En la sesión de este miércoles de la Asamblea General de Naciones Unidas, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla dirigió un discurso contundente en defensa de la isla contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos, en el cual denunció que Washington utiliza esa política criminal como herramienta deliberada para provocar un estallido social en Cuba.
Rodríguez comenzó su intervención expresando “profundas condolencias y solidaridad” hacia los pueblos de Jamaica, Haití, República Dominicana, Panamá, Bahamas y Bermudas, que sufrieron pérdidas por intensas lluvias o fenómenos naturales. En ese contexto sostuvo que Cuba afronta con “voluntad, unidad y solidaridad” el paso del huracán Melissa, y que “ante este nuevo desafío también saldremos victoriosos”.
Luego denunció lo que llamó el “discurso infame, amenazador, arrogante, mentiroso y cínico” del representante permanente de Estados Unidos, ausente en ese momento, al que acusó de mantener vínculos turbios con el secretario de Estado, mafias contratistas militares y la política de Miami. Afirmó que dicho representante “dijo que se referiría a [la isla], pero hizo lo contrario”, y añadió:
“Las leyes y normas de agresión económica de su país contra Cuba no son ambiguas en cuanto a acciones y ambiciones claras. No se puede desconocer que están diseñadas para restringir relaciones comerciales, de inversión y crediticias de Cuba con otros países.”
Señaló, asimismo, que en las semanas recientes se ha desplegado una “campaña brutal e inédita de presiones, intimidación y complicidad del Departamento de Estado” para obligar a Estados soberanos a modificar su voto frente a la resolución de la ONU.
Daños sociales y humanos que no se pueden cuantificar
El Canciller criticó que la agresión del bloqueo no es solo económica, sino planificada para causar daños sociales y humanitarios. Enumeró efectos palpables:
Privación sistemática del uso de sistemas bancarios internacionales para cobros y pagos, lo cual limita el comercio exterior de Cuba.
Impedimento de acceso a financiamiento, inversión, remesas, tecnología, insumos y servicios sensibles, entre ellos la salud.
Deterioro en indicadores de salud pública. Citó que después de años de mortalidad infantil por debajo de 5 por mil nacidos vivos, en el primer semestre de 2025 ese índice pasó a 8,5 por mil. Rodríguez Parrilla mencionó el caso de una joven de 29 años con miocardiopatía que necesita un desfibrilador automático al que Cuba no puede acceder; un niño de seis años que requiere operación de cadera, pero el injerto óseo no puede importarse por restricciones del bloqueo.
De acuerdo con Rodríguez Parilla, entre el 1 de marzo de 2024 y el 28 de febrero de 2025, las pérdidas materiales ocasionadas por el bloqueo ascendieron a 7.556 millones de dólares, cifra comparable al PIB nominal de unos 30 países representados en la ONU.
Instó a no disociar esos efectos de las limitaciones impuestas al acceso a piezas clave para reparar centrales eléctricas, la reducción de proveedores energéticos, los apagones, la afectación del agua, la producción agrícola y otros servicios básicos.
Acusaciones contra EE.UU. y defensa del derecho internacional
El Canciller cubano acusó al Gobierno estadounidense de emplear el bloqueo como herramienta deliberada para provocar un estallido social en Cuba, que derroque el orden constitucional electo libremente. También calificó al actual Secretario de Estado como “la reencarnación maligna, corrupta y fraudulenta del señor (Lester) Mallory” y al representante permanente de EE.UU. como su vocero.
Rodríguez denunció que el bloqueo es un castigo colectivo que viola de manera masiva, flagrante y sistemática los DD.HH. de los cubanos. Pidió que las acciones políticas bajo ese cerco no sean interpretadas como daños colaterales, sino como agresiones intencionadas.
También hizo hincapié en el papel extraterritorial del bloqueo, responsabilizando al Gobierno estadounidense de exigir a terceros países que no mantengan relaciones financieras o comerciales con Cuba, y denunció actividades encubiertas de financiamiento, campañas digitales de desinformación y censura algorítmica para minimizar o negar el impacto del bloqueo.
En su mensaje final, Rodríguez apeló al voto en favor del proyecto A/78/L.6, llamó a los Estados miembros a ejercer justicia hacia Cuba y afirmó: “Cuba no se rendirá. Persistiremos en denunciar este atropello y ejerceremos, con determinación, nuestro derecho a decidir nuestro destino.
Cada año, durante décadas, Cuba ha sometido una resolución similar. Este 2025, ese proyecto vuelve al escrutinio internacional en condiciones especialmente difíciles, con presiones directas, incremento de sanciones y los daños de un potente huracán.




