
Café y salud
CATALEJO
Por ANULFO MATEO PEREZ
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La habituación al café y la abstinencia al mismo, tras una suspensión brusca, provoca cefalea (dolor de cabeza), ansiedad, insomnio, astenia (falta de ánimo), torpeza, entre otros síntomas, creando un estado conocido como cafeinismo, que puede llevar a la urgencia de un centro de salud.
Hay reportes relacionados con estado de pánico, por la ingestión abusiva de café. El consumo abusivo de café y su acción se produce a expensa del mecanismo del gasto anticipado, agotando los neurotransmisores.
Esta reacción se realiza de forma exagerada en período corto, provocando astenia, insomnio, interrupción del sueño por pesadillas. Esto ocurre cuando se ha incrementado la ingestión de café, por tolerancia aumentada.
La dosis tóxica de la trimetilxantina (cafeína), varía de una persona a otra, según la idiosincrasia del consumidor de esa bebida, que es habitual desde que se incluyó como artículo básico de la canasta familiar.
En estudios realizados en Estados Unidos de América, de un grupo de 14 voluntarios -sin antecedentes psiquiátricos- que consumieron más de siete tazas de café al día, durante una semana, 12 presentaron síntomas.
La intoxicación por café se expresa en el sistema cardiovascular por palpitaciones, extrasístoles (alteración del ritmo cardíaco), aumento de la tensión arterial, pulso rápido, dolores precordiales de tipo anginoso…
En el sistema digestivo se manifiesta por aumento de la secreción gástrica (elevación del ácido clorhídrico), regurgitación y quemaduras en el tubo digestivo superior. Además, se producen cólicos y diarrea.
También, sensación tirantez en el epigastrio (“boca del estómago”), anorexia (inapetencia por los alimentos) y aumento de la producción de saliva. Empeora las úlceras gástricas y duodenales.