Conozca el legado del maestro del suspenso Alfred Hitchcock
Conozca el legado del maestro del suspenso Alfred Hitchcock
Por Editor de Variedades
A lo largo de su carrera en Hollywood dirigió más de 50 películas, en las que mostró un dominio absoluto del suspenso.
El cineasta Alfred Hitchcock nació el 13 de agosto de 1899 en Leytonstone, un barrio de Londres, Reino Unido. Gracias a su obra en el séptimo arte es considerado uno de los más innovadores, influyentes y emblemáticos directores de cine de todos los tiempos.
Considerado el «maestro del suspenso», su entrada a Hollywood le permitió nacionalizarse como ciudadanos estadounidense, logrando dirigir más de 50 películas a lo largo de su trayectoria artística que son la esencia de su vasto legado, motivos de estudios actualmente.
A 123 años del natalicio de Hitchcock, teleSUR propone conocer detalles de ese inmenso quehacer que actualmente despierta admiración para los amantes del cine, espectadores y realizadores, que ven en este una puerta para desentrañar la magia del misterio.
Inicios en el cine
Al crecer en una familia de rígidos valores morales, pudiera pensarse que el camino de Hitchcock estaría muy alejado del mundo del cine. De hecho, la educación hogareña que recibió lo convirtieron en un niño de carácter tímido y apocado.
Se graduó de ingeniería en la Universidad de Londres. Siendo muy joven, entró a una compañía cinematográfica estadounidense, llamada Famous Players-Lasky. A partir de ese momento, su vida cambiaría.
Hitchcock presentó varios bocetos de decoración para películas mudas que él había diseñado, y gracias a su talento consiguió un contrato como diseñador de rótulos y decorados.
Luego, se propuso superarse y logró volverse director artístico, para finalizar como guionista en películas de directores como Donald Crisp, Hugh Ford, y Georges Fitzmaurice, quien también lo adentró en las técnicas de filmación.
Director apasionado
En 1925, Hitchcock debutó como director en una coproducción anglo-alemana titulada “El jardín de la alegría”. El éxito de la película obró para que los productores le dieran la posibilidad de dirigir otros dos filmes “El águila de la montaña” y “El enemigo de las rubias”, que se estrenaron en 1927.
Desde entonces, Hitchcock aparecía marginalmente, sin estar incluido en el reparto, ya que era su manera de estampar su firma en las películas. Luego dirigió “El ring”, que lo convirtió en uno de los directores más cotizados de Inglaterra, y empezó su camino fulgurante hacia el extranjero.
Su primera película sonora fue “La muchacha de Londres”, en la que empleó tecnología de la RCA estadounidense. Esta obra cinematográfica lo hizo descubrir nuevas posibilidades expresivas en el montaje, en los movimientos de cámara y en el empleo de la luz.
Desde Hollywood
Alrededor de 1940, Hitchcock llegó a Hollywood. Inmediatamente filmó el título “Rebeca”, con un éxito rotundo. Durante su trayectoria en la gran industria se convirtió en un virtuoso en el manejo de la cámara, con gran inventiva y audacia. Este es uno de los grandes aportes de su legado así como el uso que hizo del montaje, extremadamente fragmentado y estudiado en ocasiones.
Una muestra de esas características de su obra cinematográfica es la secuencia del asesinato en la ducha del filme “Psicosis”, tal vez el más célebre de su carrera, cuyo rodaje costó casi una semana entera y en la cual se agolpan multitud de cortes en breve tiempo.
De acuerdo con la crítica especializada, la cinta superó sus obras anteriores y conmocionó la mentalidad de la época, marcando el inicio del género del suspenso o del llamado thriller psicológico. La trama y la intriga de Psicosis logró crear una tensión psicológica rodeada de un trasfondo metafísico-existencial, en el que se concibe el amor de un modo romántico y redentor.
El maestro del suspenso
La mayoría de los argumentos de las películas de Hitchcock giran en torno a tramas policíacas o de espionaje, siempre con un dominio absoluto del suspenso. De hecho, el éxito comercial de sus filmes se debe a este recurso y a la selección de los argumentos.
Según el propio Hitchcok, el suspenso sirve sólo como un señuelo para captar la atención del espectador, mientras en otro plano el filme puede reflejar otros contenidos psicológicos. Esta fórmula se consigue de forma admirable en películas como “Marnie la ladrona”, “Yo confieso” y “Los pájaros”.
La influencia de Hitchcock ha llegado a muchos otros directores, entre ellos algunos miembros de la nouvelle vague, como Truffaut y Godard. En 1968 recibió un Oscar Honorífico por toda su trayectoria. Sin embargo, nunca alcanzó una estatuilla competitiva.