
CUDEM: «La desigualdad es la verdadera marca país en RD»
Por CLARA E. MARTINEZ FERNANDEZ
SANTO DOMINGO.- Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo 2025, el Comité por la Unidad y los derechos de la Mujer (CUDEM), exhortó a las mujeres dominicanas, y a la sociedad en general, a rechazar todas las formas de opresión y explotación de que son víctimas las mujeres, derivadas del sistema patriarcal y capitalista que las coloca como grupo humano subordinado, ensañándose con los sectores empobrecidos, marcados por la marginalidad y el racismo que predominan en nuestra sociedad.
La organización de mujeres expresó que resulta indignante que desde los gobiernos, permanentemente se hable de desarrollo y de crecimiento, de avances, y de una economía sólida, pero no de la mala distribución de la riqueza, que se ha sentido desde siempre, y que tiene expresión concreta en la vida de las mujeres.
La organización feminista citó:
a) el acceso a la autonomía económica, -dada la discriminación salarial y la segmentación laboral-, (trabajos para hombres vs. trabajos para mujeres), hoy en brecha de género, la República Dominicana ocupa la posición 81 frente a 146 Estados, según datos del Banco Mundial, 2024, con brecha salarial de 30%.
b) en acceso a la autonomía física, dada las restricciones al control sobre su sexualidad y su capacidad reproductiva, y la ausencia de educación integral en sexualidad, -embarazos no deseados, altos índices de embarazo adolescente, y mantenimiento de la penalización absoluta del aborto en cualquier circunstancia.
Otras expresiones dolorosas de violencia, reflejada en el interés de parejas, y ex parejas, en mantener control la vida y la sexualidad de las mujeres.
Estos dramáticos hechos se expresan cada vez con más odio, violación y rodeados de torturas, como las muertes ocurridas en la República Dominicana y en otras latitudes.
c) también, limitaciones en su acceso a la toma de decisiones en los diferentes ámbitos, incluido el del quehacer político-institucional, con las restricciones que impone la cultura machista en las estructuras del sistema de partidos.