Crisis del capitalismo
CATALEJO
Por ANULFO MATEO PEREZ
La crisis del sistema capitalista parece no tener contención si observamos de forma objetiva lo que ocurre en los principales centros hegemónicos, principalmente EE.UU., y el presunto remedio para sus males, el neoliberalismo, que se impuso a sangre y fuego, incrementando los males generados.
Como expresión de la crisis global del capitalismo, vemos como los países de mayor desarrollo económico, y ni hablar de los que les son dependientes, se incrementa la pobreza, de la mano con males ancestrales.
Apreciamos un vertiginoso crecimiento del desempleo, la inseguridad social y la violencia de todos los signos, una alucinante situación que ha disparado las alarmas en la salud mental y sus lastimosas consecuencias.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas de trastornos que ya son comunes, como la depresión y la ansiedad, aumentaron en un 25%, sumándose a los casi 1000 millones de personas afectadas.
La situación es sumamente crítica en este ámbito, si partimos de lo que considera la OMS en cuanto a que la salud mental es un estado de bienestar en el que cada persona puede desarrollar su potencial.
Pero, además, si la persona puede afrontar las tensiones de la vida, trabajar de forma productiva y aportar algo a su comunidad.
Es una situación emocional que ahora parece estar en juego en todo el mundo.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó el pasado año que alrededor de 165 millones de personas en el mundo cayeron en la pobreza desde 2020, como consecuencia de la crisis.
Las altas tasas de víctimas por feminicidio, asalto a mano armada, drogadicción, violación sexual e incesto, sicariato, corrupción, narcopolítica… es la expresión de un sistema capitalista agónico, y sin remedio alguno.