El Feeling de Elena Burke, la Señora Sentimiento
Por Telesur
- Elena Burke cambió de paisaje el 9 de junio de 2002, a los 74 años, en La Habana. Su siembra fue una inmensa manifestación humana acompañada por la lluvia
LA HABANA.- Con una personalidad extrovertida y amiga de los medios de comunicación Burke fue vehículo excepcional para mostrar la obra de los compositores de su país, divulgando y defendiendo el patrimonio musical cubano en todos los escenarios que pisó.
Es una de las vocalistas más queridas y recordadas de la música de Cuba, pero no solo la isla antillana la recuerda y admira. Elena Burke sigue teniendo seguidores en los cinco continentes porque su impronta fue mundial: dueña y señora del Feeling, y de un registro de contralto con matices como pocas veces se ha visto en la cancionística latinoamericana.
Con una personalidad extrovertida y amiga de los medios de comunicación Burke fue vehículo excepcional para mostrar la obra de los compositores de su país, divulgando y defendiendo el patrimonio musical cubano en todos los escenarios que pisó.
Paradójicamente comenzó cantando tangos, y admiraba a Libertad Lamarque.
Elena
Nació en la zona límite del calendario Gregoriano para febrero, el mes incompleto. Nació en La Habana, concretamente en la barriada de Cerro el 28 de febrero de 1928. Sus padres le dieron el nombre de Romana Elena Burguez González. Tuvo una infancia normal, sin mayores sobresaltos, pero había un detalle que todos notaban y del que ella, niña todavía, se daba cuenta: cantaba hasta durmiendo y su voz, así como su afinación eran notables.
Su primer contacto con la música, fue a través del tango, y con uno bien famoso, “Caminito” (Juan de Dios Filiberto- Gabino Coria Peñaloza) que cantó en 1940 en la radioemisora habanera CMC. Tenía tan solo 12 años. Tres años más tarde se presentaría en el más popular programa radial musical de la Cuba de entonces: La Corte Suprema del Arte, de CMQ Radio. ¿Qué interpretó? “No vale la pena”, un bolero de colosales dimensiones artísticas compuesto por el también cubano de Orlando de la Rosa. Surgieron de inmediato los contratos radiales y de locales nocturnos donde muchas veces fue acompañada por Dámaso Pérez Prado al piano. Fue dominando la técnica vocal con orientaciones de Isolina Carrillo y los consejos de los directores musicales con los que trabajó, entre ellos Adolfo Guzmán.
Pido permiso
Con una personalidad extrovertida y amiga de los medios de comunicación Burke fue vehículo excepcional para mostrar la obra de los compositores de su país, divulgando y defendiendo el patrimonio musical cubano en todos los escenarios que pisó.
Es una de las vocalistas más queridas y recordadas de la música de Cuba, pero no solo la isla antillana la recuerda y admira. Elena Burke sigue teniendo seguidores en los cinco continentes porque su impronta fue mundial: dueña y señora del Feeling, y de un registro de contralto con matices como pocas veces se ha visto en la cancionística latinoamericana.
Con una personalidad extrovertida y amiga de los medios de comunicación Burke fue vehículo excepcional para mostrar la obra de los compositores de su país, divulgando y defendiendo el patrimonio musical cubano en todos los escenarios que pisó.
Paradójicamente comenzó cantando tangos, y admiraba a Libertad Lamarque.
Elena
Nació en la zona límite del calendario Gregoriano para febrero, el mes incompleto. Nació en La Habana, concretamente en la barriada de Cerro el 28 de febrero de 1928. Sus padres le dieron el nombre de Romana Elena Burguez González. Tuvo una infancia normal, sin mayores sobresaltos, pero había un detalle que todos notaban y del que ella, niña todavía, se daba cuenta: cantaba hasta durmiendo y su voz, así como su afinación eran notables.
Su primer contacto con la música, fue a través del tango, y con uno bien famoso, “Caminito” (Juan de Dios Filiberto- Gabino Coria Peñaloza) que cantó en 1940 en la radioemisora habanera CMC. Tenía tan solo 12 años. Tres años más tarde se presentaría en el más popular programa radial musical de la Cuba de entonces: La Corte Suprema del Arte, de CMQ Radio. ¿Qué interpretó? “No vale la pena”, un bolero de colosales dimensiones artísticas compuesto por el también cubano de Orlando de la Rosa. Surgieron de inmediato los contratos radiales y de locales nocturnos donde muchas veces fue acompañada por Dámaso Pérez Prado al piano. Fue dominando la técnica vocal con orientaciones de Isolina Carrillo y los consejos de los directores musicales con los que trabajó, entre ellos Adolfo Guzmán.
Pido permiso
Entre 1943 y 1958 la vida musical de Elena Burke fue intensa. Las Mulatas de Fuego, Las Cancioneras, el Cuarteto de Facundo Rivero, el de Orlando de La Rosa (el autor del bolero que la hizo ganadora en la CMQ Radio) y el cuarteto Las D’Aida eran el portafolio de su talento y de su carisma. Durante ese periplo fue corista y le tocó bailar, hacer coreografías que siempre salieron muy bien, sobre todo en la etapa de Las Mulatas de Fuego y del Cuarteto Las D’Aida, al que siempre mencionó como el mejor por donde pasó, aludiendo a sus compañeras y a la gran capacidad de Aida Diestro para organizar, escoger repertorio, arreglar y dirigir.
En 1958 Elena Burke decide tomar el sendero de los solistas. Un año antes salía al público su primera producción discográfica, bajo el sello Gema. Como solista durante 15 años fue acompañada por el matancero guitarrista Froilán Amézaga. Estaba consolidada como cantante y era una de las más sólidas representantes del movimiento del Feeling (Filin).
Tú, mi Delirio
El Feeling tiene varias interpretaciones teóricas e histórico-musicales. De Radio Cadena Habana extraemos: César Portillo de la Luz Portillo de la Luz, declara a Félix Contreras: Los integrantes del movimiento querían hacer una canción distinta, menos trágica, más amable, íntima, sentida, en una especie de refugio sentimental; más bien coloquial, pero de modo espontáneo, más libre. Lo esencial era buscar el buen decir, la magia de la palabra, el recitativo, la calidad en las letras”.
“Nunca se cantaban igual las canciones –explica Ñico Rojas-, dependía de los sentimientos personales de los intérpretes. Eso era ponerle feeling a la canción”.
Leonardo Acosta consideraba al feeling como una “descarga” en la puesta en escena. Y para Rosendo Ruiz El feeling es una manifestación del bolero.” Es resultado de una época de gran intercambio de influencias, de entrecruzamientos de expresiones y armonías que llegaban al bolero. Le adjudicamos una “marca” para siempre a la canción dentro de los conjuntos, las orquestas y los grupos vocales”.
El Feeling viene a significar “Sentimiento”, y fue justamente ese el distintivo de Elena Burke: Señora Sentimiento.
Era extraordinaria cantando a capella muchos fragmentos de sus interpretaciones y realzó al movimiento del Feeling con su potente voz de contralto y una muy particular e inconfundible manera de entonar, y todo esto acompañado de una gran sencillez y un contagiante sentido del humor y carisma.
Periplo
Elena Burke realizó giras tanto como integrante de agrupaciones como en plan solista así como acompañante de otras agrupaciones cubanas que cumplieron presentaciones internacionales. España, México, Francia, Chile, Venezuela, Japón, están entre los países que disfrutaron de su presencia y su arte.
Como parte de “Las Mulatas de Fuego” arrasó en México y en Venezuela así como en su natal Cuba.
Con el cuarteto de Orlando de la Rosa, (Aurelio Reinoso, Roberto Barceló y Adalberto del Río,y ella) recibió el aplauso del público de EEUU, sobre todo en Nueva York. Con el cuarteto de Facundo Rivero, realizó numerosas presentaciones nuevamente en México y en Venezuela donde fue aclamada en distintas oportunidades.
Con el cuarteto Las D’Aida (Omara y Haydée Portuondo, Moraima Secada y ella) se consolidó como cancionera bajo la batuta de Aida Diestro.
Cachita
Con una personalidad extrovertida y amiga de los medios de comunicación Burke fue vehículo excepcional para mostrar la obra de los compositores de su país, divulgando y defendiendo el patrimonio musical cubano en todos los escenarios que pisó.
Es una de las vocalistas más queridas y recordadas de la música de Cuba, pero no solo la isla antillana la recuerda y admira. Elena Burke sigue teniendo seguidores en los cinco continentes porque su impronta fue mundial: dueña y señora del Feeling, y de un registro de contralto con matices como pocas veces se ha visto en la cancionística latinoamericana.
Con una personalidad extrovertida y amiga de los medios de comunicación Burke fue vehículo excepcional para mostrar la obra de los compositores de su país, divulgando y defendiendo el patrimonio musical cubano en todos los escenarios que pisó.
Paradójicamente comenzó cantando tangos, y admiraba a Libertad Lamarque.
Elena
Nació en la zona límite del calendario Gregoriano para febrero, el mes incompleto. Nació en La Habana, concretamente en la barriada de Cerro el 28 de febrero de 1928. Sus padres le dieron el nombre de Romana Elena Burguez González. Tuvo una infancia normal, sin mayores sobresaltos, pero había un detalle que todos notaban y del que ella, niña todavía, se daba cuenta: cantaba hasta durmiendo y su voz, así como su afinación eran notables.
Su primer contacto con la música, fue a través del tango, y con uno bien famoso, “Caminito” (Juan de Dios Filiberto- Gabino Coria Peñaloza) que cantó en 1940 en la radioemisora habanera CMC. Tenía tan solo 12 años. Tres años más tarde se presentaría en el más popular programa radial musical de la Cuba de entonces: La Corte Suprema del Arte, de CMQ Radio. ¿Qué interpretó? “No vale la pena”, un bolero de colosales dimensiones artísticas compuesto por el también cubano de Orlando de la Rosa. Surgieron de inmediato los contratos radiales y de locales nocturnos donde muchas veces fue acompañada por Dámaso Pérez Prado al piano. Fue dominando la técnica vocal con orientaciones de Isolina Carrillo y los consejos de los directores musicales con los que trabajó, entre ellos Adolfo Guzmán.
Pido permiso
Entre 1943 y 1958 la vida musical de Elena Burke fue intensa. Las Mulatas de Fuego, Las Cancioneras, el Cuarteto de Facundo Rivero, el de Orlando de La Rosa (el autor del bolero que la hizo ganadora en la CMQ Radio) y el cuarteto Las D’Aida eran el portafolio de su talento y de su carisma. Durante ese periplo fue corista y le tocó bailar, hacer coreografías que siempre salieron muy bien, sobre todo en la etapa de Las Mulatas de Fuego y del Cuarteto Las D’Aida, al que siempre mencionó como el mejor por donde pasó, aludiendo a sus compañeras y a la gran capacidad de Aida Diestro para organizar, escoger repertorio, arreglar y dirigir.
Tú, mi Delirio
El Feeling tiene varias interpretaciones teóricas e histórico-musicales. De Radio Cadena Habana extraemos: César Portillo de la Luz Portillo de la Luz, declara a Félix Contreras: Los integrantes del movimiento querían hacer una canción distinta, menos trágica, más amable, íntima, sentida, en una especie de refugio sentimental; más bien coloquial, pero de modo espontáneo, más libre. Lo esencial era buscar el buen decir, la magia de la palabra, el recitativo, la calidad en las letras”.
“Nunca se cantaban igual las canciones –explica Ñico Rojas-, dependía de los sentimientos personales de los intérpretes. Eso era ponerle feeling a la canción”.
Leonardo Acosta consideraba al feeling como una “descarga” en la puesta en escena. Y para Rosendo Ruiz El feeling es una manifestación del bolero.” Es resultado de una época de gran intercambio de influencias, de entrecruzamientos de expresiones y armonías que llegaban al bolero. Le adjudicamos una “marca” para siempre a la canción dentro de los conjuntos, las orquestas y los grupos vocales”.
El Feeling viene a significar “Sentimiento”, y fue justamente ese el distintivo de Elena Burke: Señora Sentimiento.
Era extraordinaria cantando a capella muchos fragmentos de sus interpretaciones y realzó al movimiento del Feeling con su potente voz de contralto y una muy particular e inconfundible manera de entonar, y todo esto acompañado de una gran sencillez y un contagiante sentido del humor y carisma.
Periplo
Elena Burke realizó giras tanto como integrante de agrupaciones como en plan solista así como acompañante de otras agrupaciones cubanas que cumplieron presentaciones internacionales. España, México, Francia, Chile, Venezuela, Japón, están entre los países que disfrutaron de su presencia y su arte.
Como parte de “Las Mulatas de Fuego” arrasó en México y en Venezuela así como en su natal Cuba.
Con el cuarteto Las D’Aida (Omara y Haydée Portuondo, Moraima Secada y ella) se consolidó como cancionera bajo la batuta de Aida Diestro.
Cachita
Integró Las Cancioneras y Los D’ Ángeles. El periplo total de Elena también incluye Festivales en España y en Chile, donde representó a su país en Viña del Mar. Estuvo en Alemania, Bulgaria y Polonia, en Cannes, en el Olympia de París y en Canadá para la Expo 67 de Montreal así como en la Expo 70 en Osaka, Japón al lado de Los Van Van. En el Lincoln Center de Nueva York se presentó con la orquesta Aragón y con Los Papines.
Con gran admiración y afecto siempre recordó sus actuaciones junto a Benny Moré, Toña la Negra, Pedro Vargas, Nat King Cole, Libertad Lamarque, (su ídolo de infancia y por la que se inició con tangos), Bola de Nieve y todos sus compañeros del Feeling.
Contrajo matrimonio en 5 oportunidades y como ella misma decía: “Se ama hasta donde se puede, y se puede hasta un punto”.
Elena cantó temas prácticamente de todos los compositores cubanos y latinoamericanos, desde Frank Domínguez, Pablo Milanés, César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Juan Formell y Martha Valdés, entre otros hasta Agustín Lara y Vicente Garrido, de México.
Partida física
Elena adquirió el síndrome de inmunodeficiencia adquirida en México a inicios de la década de los noventa. Optó por el retorno a su país y fue recibida con inmensas muestras de amor y solidaridad. Se programó una presentación de ella en el Teatro Nacional de La Habana, que resultó inolvidable porque Elena, en silla de ruedas mostró su afecto hacia su pueblo y cantó, dicen muchos de quienes estuvieron allí, cantó como nunca su completísimo y calificado repertorio.
Son al Son
Elena Burke cambió de paisaje el 9 de junio de 2002, a los 74 años, en La Habana. Su siembra fue una inmensa manifestación humana acompañada por la lluvia. Su pueblo cantó los temas que ella cantaba mientras bajaba a tierra en el cementerio de Colón. “Para vivir” selló ese pacto de amor eterno entre Cuba y su Señora Sentimiento. Como ella decía: «El bolero destrona todas las otras músicas, todas las demás letras. Todo el mundo tiene que ver con un bolero, todos tienen su tragedia o su romance. Donde no hay bolero, no hay nada».
Epílogo
En 1983, en el marco del Festival de Varadero, Cuba, se presentó Elena Burke y pudimos apreciarla, acercarnos y entrevistarla. Era muy accesible, y de muy buen humor. Recordó sus numerosos viajes a Venezuela y relató parte de esa vida reflejada para la historia de la música cubana y latinoamericana. Sonreía con amplia sonrisa, de las sinceras. Recordó la gastronomía venezolana, en especial las arepas rellenas y expresó su deseo de poder regresar a Caracas a un Show del Recuerdo para encontrarse con otras luminarias del Bolero, del Feeling, de la Canción.
El venidero 28 de febrero se cumplirán 95 años de su natalicio.
Honores por siempre para la Señora Sentimiento.
Amigas
Discografía básica
A solas con Elena Burke, Canta la Burke, De mis recuerdos, Elena Burke y la orquesta Gema, De lo que te has perdido, Elena Burke canta a Marta Valdés, La Señora Sentimiento, Orquesta Aragón, Elena Burke y Los Papines 8en vivo desde Nueva York), Elena Burque en el Capri (con otros artistas), A solas contigo, Elena Burke canta a Juan Formell, Elena Burke canta a Vicente Garrido, Aquí, de pie.
Algunas canciones:
De mis recuerdos, Todo y nada, Ámame como soy, De lo que te has perdido, Pido permiso, Son al Son, La Gloria eres tú, Llanto de luna, Cómo fue, Si te contara, Amigas, y un largo etc.