Elecciones de medio término
Por JUAN TAVERAS HERNANDEZ
Recuerdo cuando el expresidente Danilo Medina aseguró que el partido que ganara las elecciones municipales ganaría sin dudas las elecciones presidenciales y congresuales. Sus palabras presagiaron el porvenir. Previendo la derrota, el gobierno del PLD intentó impedir los comicios, producir un “golpe de Estado” que bien pudo terminar con una crisis institucional de graves consecuencias para el país.
Fueron aquellos unos días dífiles. El PLD no estaba dispuesto a perder abrumadoramente las elecciones de “medio término” porque pondría al Partido Revolucionario Moderno a las puertas del poder, como en efecto sucedió, a pesar, nuevamente de los intentos por imponer la reelección a la fuerza, solo que la cohesión del PRM, junto con la división del PLD y la determinación de Estados Unidos para impedir un nuevo fraude electoral, lo impidieron. Todo estaba en contra de Danilo Medina y su banda de facinerosos.
El PRM ganó la mayoría de los municipios y distritos municipales; luego ganó las elecciones presidenciales y congresuales. No hubo más remedio que entregar el poder. A regañadientes, sí, pero no tenían de otra…
Ahora se presenta un escenario bastante despejado. Todo apunta a que el PRM, con el presidente Luís Abinader a la cabeza, ganará ampliamente las elecciones del tercer domingo de febrero próximo.
Le pregunté al expresidente Hipólito Mejía: ¿Qué crees que pasará en las elecciones venideras? “Debemos ganar, mínimo, con un 80%”. El trabajo que ha hecho el presidente Abinader en el país, con todos los alcaldes, sin importar banderías partidarias, le garantizará un triunfo espectacular. Ya lo verás”, me dijo con absoluta confianza.
En efecto. Todo parece que así será. La mano solidaria del gobierno ha llegado a todos los municipios y distritos municipales del territorio nacional, sin exigir nada a cambio. Sin quitarle méritos al incúmbete, Santiago, la “ciudad corazón”, no está siendo transformada por el alcalde Abel Martínez, está siendo transformada por las obras monumentales y la inversión millonaria del gobierno. Lo mismo está ocurriendo en muchas otras provincias y municipios.
Ahora bien, en algunos municipios y distritos hay que hacer un esfuerzo por mejorar el trabajo de construcción de obras como aceras y contenes, reparación de carreteras y cañadas, construcción de viviendas, aumentar los trabajos de vigilancia policial para garantizar la seguridad ciudadana, etc.
Me preocupa el municipio de Santo Domingo Este y otros de la Provincia. No todos los alcaldes están bien posicionados. Las encuestas lo dicen. Me pregunto hasta dónde el PRM y el presidente Abinader están dispuestos a poner en riesgo la alcaldía de Santo Domingo que de por sí está garantizada con Carolina Mejía, que tiene más del 80% de aceptación. (Ya ha reparado, recuperado o reconstruido más de 150 Parques y recuperado muchos espacios públicos que estaban ocupados) Carolina garantiza el triunfo sin ninguna duda. Ella no tiene contrincante.
Pero está decidida a no continuar como alcaldesa porque quiere dedicarle más tiempo a su familia y al partido del cual es secretaria general. Una veintena de compañeros de su partido aspiran a la posición, entre ellos Alfredo Pacheco, presidente de la cámara de diputados, Alberto Atallah, Neney Cabrera, entre muchos otros. Al final, entiendo yo, será el presidente Abinader y su padre (no por ser su padre) Hipólito Mejía, quienes tendrán la última palabra después de ver y analizar las encuestas.
La Fuerza del Pueblo es un partido pequeño, sin estructura orgánica poderosa. No tiene candidatos provinciales capaces de competir con el PRM; ni siquiera con el PLD, la segunda fuerza política del país, cada vez más debilitada, acosada por las acusaciones de corrupción. El PRM tiene todas las de ganar. ¡Y por mucho!
No importa si la Fuerza del Pueblo y el PLD eventualmente, junto con algunos partiditos de oposición se unen. ¡La pela va! En febrero del año próximo, a menos que tiemble la tierra destruyendo una parte de la isla o se caiga un pedazo del cielo ocultando el Sol, el PRM ganará las elecciones municipales con un amplísimo margen. Y en mayo las presidenciales y congresuales sin el uso de los recursos del Estado y sin el fantasma fraude, porque el pueblo decidió darle cuatro años más al presidente Abinader y al PRM.