Opiniones

Fin de año y salud

CATALEJO

Por ANULFO MATEO PEREZ

En las tradicionales fiestas de fin de año suelen expresarse el consumismo y la toma de decisiones más trascendentes en el orden personal y familiar. La publicidad comercial induce al gasto de los ingresos de varios meses, en algunos casos de todo el año, y al consumo desordenado de alimentos y alcohol.

El consumo abusivo de alcohol, tabaco, café, narcóticos, desorden en la alimentación y recorte del período del sueño convierten las llamadas fiestas navideñas en una experiencia para lamentar.

Más de la mitad de la población mundial no ingiere alcohol, sin embargo, donde predomina la cultura evasiva y hedonista, la ingestión abusiva de alcohol y la embriaguez tienen gran impacto en la salud pública.

Todas las bebidas etílicas son tóxicas, por lo que perjudican la salud. La embriaguez es uno de sus efectos. La ingestión etílica en exceso daña el sistema nervioso central y periférico y conduce al alcoholismo.

La ingestión de etanol (alcohol) lleva lesiones en la boca, tráquea, esófago, estómago, intestinos, hígado… Es responsable de la encefalopatía, polineuropatía periférica, úlcera péptica y cirrosis hepática…

Personas que padecen de epilepsia, trastorno bipolar, esquizofrenia, diabetes, hipertensión arterial, entre otras afecciones, la ingestión etílica es contraproducente, ya que conduce a complicaciones peligrosas.

El consumo de café, tabaco y otras drogas se inicia por mecanismos de imitación o inducidos por adultos irresponsables. Los menores que toman alcóhol, se exponen a una intoxicación aguda y a la muerte.

Para el alcohólico compensado, un trago o más sería el reinicio del uso y abuso de alcohol. Entonces, la sobriedad es la clave para pasarla bien, disfrutar del ambiente festivo, junto a la familia y relacionados.

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