La acusación de Interpol contra mí
Por Narciso Isa Conde
Trato este tema a propósito de lo que acontece en Colombia en el contexto de la nueva gestión gubernamental colombiana a cargo del presidente Petro y Francia Márquez, en materia de expedientes falsos construidos por el uribismo.
Por uno de ellos tengo 14 años que solo he podido viajar a Cuba y a Venezuela en vuelos directos. La razón es una “orden de captura por delitos de concierto para delinquir agravado, con fines de financiamiento del terrorismo y la administración de recursos relacionados con actividades terroristas y circular azul de INTERPOL”.
La acusación está contenida también en documento titulado “Información de las FARC en República Dominicana/ Narciso Isa Conde), entregado a las más altas autoridades civiles y militares del país en procura de mi extradición, donde los cargos, todos falsos y oportunamente desmentidos, son aún más variados: “cabecilla de la Comisión internacional de FARC desde 1994”…principal contacto con alias Iván Márquez para despliegue de Movimiento Continental desde Venezuela”… visita a campamentos de las FARC “para recibir entrenamiento Terrorista y orientaciones criminales”… y “enlace en Centroamérica y vínculos con traficantes de armas”…
La gestión de mi criminalización y la de mi familia (recordar el apresamiento de mi esposa Lourdes Contreras en Miami y el consiguiente reporte del Departamento de Estado-EU), fue paradójicamente asumida por los expresidentes Uribe y Santos (culpables de graves crímenes de Estado) y por el Estado Imperialista más terrorista y mentiroso de la historia moderna: EEUU-CIA.
Criminalización y acusación -con planes de asesinatos incluidos y denunciados- sostenidas también por el Gobierno canalla de Iván Duque, responsable de numerosos asesinatos selectivos y expedientes falsos; valientemente denunciados por la Comisión de la Verdad de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), creada a raíz del acuerdo de paz de La Habana; proceso al cual estuve relacionado como observador.
Aquí solo voy a referirme a dos casos, los de los comandantes Iván Márquez y Jesús Santrich, los cuales me tocan muy de cerca dadas sus calidades revolucionarias, humana e intelectual, y los vínculos de solidaridad y amistad cultivada con ellos- ambos perversamente calificados de narco-terroristas mediante lo que la Comisión de la Verdad de la JED, en anexo a la página 56 de su informe general, ha denunciado como una trampa o conjura a cargo del Fiscal General de turno, la DEA-EEUU y un representante del ejército; versión confirmada por el presidente Petro y por el canciller Álvaro Leiva, coautor de los principios de la JEP junto a al comandante Santrich, en ocasión de los Diálogos-Habana.