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La contaminación sonora continúa intranquilizando a los ciudadanos de San Juan de la Maguana

Por ARMANDO PASCUAL MADE

SAN JUAN DE LA MAGUANA.- Los residentes en esta ciudad están sometidos constantemente al tormento de la contaminación sónica o acústica, provocada por desaprensivos que transitan por las vías en vehículos con música a muy alto volumen durante el día, la noche y la madrugada, lo que rompe la tranquilidad de las familias.

Una de las vías más afectada es la Avenida Circunvalación, que en realidad es la prolongación de la carretera Sánchez, por donde se desplazan vehículos a gran velocidad con «música» de reggaeton, manteniendo en zozobra a los residentes a ambos lados de la vía. A esto se suman vehículos con potentes bocinas (disco light) para anunciar actividades o artículos de consumo a muy altos decibeles, que sobrepasan lo que autoriza la ley, así como los «bocinazos» de autobuses, patanas, camiones y de otros vehículos de motor, que dañan la salud.

Esa práctica de escandalizar en las vías públicas, también se escuchan en establecimientos de diversión o en algunos hogares, práctica prohibida por la Ley 64-00 de Medio Ambiente, ya que provoca, como toda contaminación, diversas enfermedades en las personas, sobre todo a los niños y ancianos.

Además de esta Ley, el Poder Ejecutivo promulgó la No. 90-19, aprobada por el Congreso Nacional, que modifica la No.287-04, del 15 de agosto de 2004, sobre Prevención, Supresión y Limitación de Ruidos Nocivos y Molestos que Producen Contaminación Sonora. G. O. No. 10939 del 15 de abril de 2019, la cual se debe hacer cumplir contra los infractores de la misma.

Esta Ley permite capacidad ejecutiva y provista de las facultades legales que le permiten, en el marco del estado de derecho, instrumentar ante los tribunales competentes los sometimientos a quienes incurran en las violaciones a la misma.

La contaminación sónica en muchos casos se trata de una conducta es fruto de la ignorancia y en otros de una práctica deliberada de parte de sociópatas, que tienen conciencia de lo que hacen, porque bajan los cristales de sus respectivos vehículos para molestar a su paso a cualquier hora del día, muy especialmente en la noche y la madrugada e interrumpir el descanso de las personas que a esas horas duermen en sus hogares.

Incluso hay conductores que han colocado un sistema en sus vehículos para que produzcan sonidos «explosivos», para asustar a los peatones que se desplazan por las aceras o personas que descansan en las galerías de sus viviendas o duermen.

Lo más folklórico de estos actos, que violan la Ley 64-00, es la de un señor que transita todos los días en una motocicleta con bocina y música alta por la Avenida Circunvalación, un poco antes de la 6:00 de la mañana, para ofrecerle las «mañanitas» a todo el mundo, interrumpiendo el sueño de los que residen en los distintos sectores que atraviesa esa vía.

Las autoridades de la procuraduría de Medio Ambiente y la Policía Nacional deben actuar conjuntamente enfrentando este mal que se ha extendido por toda la ciudad, por la falta de aplicación de la Ley que protege la salud de los ciudadanos y las familias.

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