Cultura
Mis loas al valle del Maguana
Por RAFAEL EMIGDIO CAAMAÑO CASTILLO
El Dios del Universo
hizo de ti un Edén,
hermosos manantiales de agua pura y cristalina,
que irrigan cual bendecida la tierra de producción,
donde inclinada la frente y con manos sudorosas,
hace parir a la tierra el hombre de tu región.
Arroz, frutas y vegetales brotan en todos lugares,
como mujeres hermosas de un jardín en su rosal,
que en los hogares cultivan los niños con su alegría,
orgullosos de su estirpe, San Juan de la patria mía.
En tu tierra está la historia de gestas incomparables;
Caonabo y Anacaona, Santomé y José María; Francisco
del Rosario ilustre, esa juventud aguerrida que con valor
e hidalguía enfrentaron sin desmayo, a un pichón
dictadorzuelo que a Gustavo asesinó.
En San Juan se puso fin a un bandido y a su jauría, cuando
un cura con sotanas y pantalones bien puesto, repelió a
bravucones, cobardes y maricones, que a tu templo bendecido
pretendieron profanar.
Y la hombría de tus hijos, se puso de manifiesto, en esa Guerra
fecunda de vergüenza y dignidad; Mario Peña Taveras y el
Comando de San Juan; Fidencio Vásquez y otros más, apoyaron a Caamaño,
sanjuanero de pura cepa, para enseñarle a ese gringo, sucio, cobarde y ladrón,
que llegó con pretensiones de humillar nuestra bandera y encontró a un criollito
mal armado y sin avión, lo puso a bailar huyendo, con los jarretes blandiendo desde
las noches oscuras hasta que radiara el sol.
Por eso no ha de extrañar las luchas del sanjuanero, oponiéndose a miserables que defiende
explotación, de esa Mina que es tesoro de los Dioses,al centenario San Juan y que debe preservarse
en natura, sin mancillas pretenciosas, de los que por oro maldito quieren contaminación.