
Multitud realiza Vía Crucis en defensa del agua y la vida en SJM
Por ARMANDO PASCUAL MADE
SAN JUAN DE LA MAGUANA.- Cientos de personas de esta provincia marcharon en la tarde de este sábado en un Vía Crucis Ecológico por las calles de esta ciudad, para defender los naturaleza, la salud de sus comunidades y rechazar las pretensiones de la explotación minera en la región, actividad encabezada por la Diócesis de San Juan, junto al Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida.
La maestra Evangelina de los Santos de la Rosa, miembro del Movimiento Suroeste Unidos por la Vida, imploró al presidente Luis Abinader para que no apruebe lo que calificó de genocidio ambiental, que provocaría la explotación minera en la cordillera Central, donde nacen todas las aguas del valle de San Juan y lo que contaminaría al suroeste.
“Imploramos al Señor presidente Luis Rodolfo Abinader Corona que no apruebe este acto de genocidio ambiental que se produciría si se permite la explotación minera en la Cordillera Central donde nacen todas las aguas del Valle de San Juan, pero que también alimentan del preciado líquido a Azua y Barahona”, indicó la maestra Evangelina de los Santos de la Rosa.
Esta demostración ciudadana es el resultado de la creciente preocupación en el país sobre las consecuencias de la minería en las comunidades de la Región Suroeste y en otras demarcaciones.
La explotación minera provoca daños ecológicos irreparables, y un ejemplo citado es lo que sucede en Cotuí, donde la empresa Barrick Gold en sus actividades de extracción del oro y otros recursos naturales contamina los ríos y afecta la biodiversidad.
Comunitarios de El Naranjo y Maguaca han denunciado la muerte de especies acuáticas y la degradación de sus fuentes de agua debido a los desechos de la minería, que va dejando un pasivo medioambiental irreparable.
En un comunicado, los organizadores del Vía Crucis denunciaron que la situación en San Juan es una llamada de atención para todo el país. «La defensa del agua y la vida debe ser una prioridad nacional, no un eslogan olvidado», precisa el documento.
“Las comunidades no pueden seguir siendo sacrificadas en nombre del “desarrollo” cuando las consecuencias recaen siempre sobre los más vulnerables. Las riquezas extraídas —como el oro— solo engrosan los bolsillos de empresas extranjeras y grupos privilegiados, mientras los verdaderos dueños de las tierras quedan empobrecidos, desplazados y enfermos», enfatiza el comunicado.
«Las cicatrices visibles en Cotuí son advertencias que no pueden ignorarse. San Juan está a tiempo de decir NO. Es imperativo que las autoridades escuchen el clamor popular y actúen con justicia, protegiendo los recursos naturales que no solo son esenciales para la vida, sino que representan la dignidad y la soberanía del pueblo”, puntualizó Evangelina de los Santos.