
Nueva dirección del Colegio Dominicano de Periodistas debe poner la casa en orden
La nueva directiva que asumirá la dirección del Colegio Dominicano de Periodistas CDP, tendrá la responsabilidad de poner la casa en orden si quieren hacer una buena gestión, iniciando un saneamiento que incluya una auditoría .
Las auditorías son necesarias siempre que se producen cambios de mandos en cualquier institución, sea esta del estado, o del sector privado, con la misma podemos determinar con cuántos recursos contamos y desarrollar nuevas agendas de trabajos .
En nuestro Colegio, se ha hecho costumbre la ausencia de una fiscalización de los bienes y servicios que debería prestar la institución y el desempeño en sus funciones de cada uno de sus directivos .
En esta ocasión, las cosas deben cambiar en el CDP, es lo que esperan los cientos de periodistas que se abstuvieron de votar en las pasadas elecciones y entender que juntos a los movimientos que perdieron las mismas, estos representan las mayorías en dicho gremio.
De igual manera, consideró que debe efectuarse la revisión de algunos expedientes de la membresía del CDP, que luego de la creación de la ley 10-91, no califican para ser considerado miembros de esa institución y que el mismo presidente electo en las pasadas elecciones profesor Luis Pérez, ha señalado la existencia de expedientes con sólo la fotografía del solicitante.
No es la primera vez que hago dicha petición, recuerdo que bajo la dirección del fenecido periodista Adriano de La Cruz, había hecho tal solicitud como comisario de cuentas del Colegio Dominicano de Periodistas lo que no fue obtemperado.
El pedido de auditoría se justifica por el prolongado reinado del Movimiento Marcelino Vega, en la dirección del CDP, y por las múltiples quejas y acusaciones que hace tiempo se realizan en contra de los directivos de la entidad periodística.
El borrón y cuenta nueva, falta de ética, son partes de las causantes que ha mantenido al colegio en su penosa situación económica y la inercia en que se mantiene por años, perdiendo el respeto de los ciudadanos y autoridades.
Si se quiere un colegio fuerte económicamente, la nueva directiva tiene bajo sus responsabilidad hacer respetar la ley 10-91, que establece que los medios de comunicación deben pagar en favor del CDP, una contribución del 0.5 por ciento de la publicidad que reciban como lo indica el artículo 21.
Se deben revisar los contratos de arrendamientos de los locales del CDP, y recuperar y habilitar los parqueos para que los miembros de la institución puedan sentirse orgullosos de tener un espacio asegurado.
Al mismo tiempo, exigir de la dirección del CDP que organice un plan de lucha en todos los frentes que sean necesarios para que se agilice el proyecto de modificación de la ley 10-91, que desde el 2011, reposa en el Senado.
Ojalá, que en esta ocasión el nuevo presidente del Colegio Dominicano de Periodistas CDP, no se convierta en una marioneta del sector que por décadas ha estado al frente de la institución y se decida a representar a todo el universo.