El Banco Popular siembra 3,300 plantas en Monte Plata para reforestar
Reforestación favorecerá sostenibilidad del río Ozama
Por Alberto García Huerta
MONTE PLATA.- El Banco Popular Dominicano, en coordinación con el Fondo Agua Santo
Domingo, realizó una jornada de reforestación, en la cual empleados voluntarios de la entidad
bancaria sembraron 3,300 plantas en la comunidad Los Guineos, municipio de Yamasá, una zona
de influencia en la cuenca del río Ozama.
De esta forma, fueron sembradas tres hectáreas con 2,500 plantas de cacao y 800 cedros, que en
su etapa adulta capturarán 1,056 toneladas de CO2 y almacenarán 9.9 millones de litros de agua
anualmente, favoreciendo la gestión medioambiental y la sostenibilidad social y económica de
las familias que residen en esta localidad.
La iniciativa está integrada en el proyecto “Apoyo a la conservación ecológica de ecosistemas
reguladores del flujo hídrico la cuenca del Ozama alto”, en el cual la Fundación Popular apoyará
la intervención en 222 tareas y la siembra de más de 16,000 plantas, en alianza con el Fondo Agua Santo Domingo.
Agua Santo Domingo.
En tanto, se trata de la tercera jornada de reforestación realizada este año en el país por
empleados voluntarios del Banco Popular.
Garantía del suministro de agua en el país
La jornada contó con la participación de las señoras Dabeida Agramonte, gerente de la División
de Proyectos de la Fundación Popular, y Patricia Abreu, directora ejecutiva del Fondo Agua
Santo Domingo, quienes ofrecieron las palabras de bienvenida y motivación para los voluntarios.
La señora Agramonte agradeció el accionar responsable de los participantes y resaltó la
importancia de las jornadas de reforestación para garantizar el suministro regular de agua limpia
en el país.
“Este aporte hace posible que hagamos más robusto el patrimonio medioambiental de todos y
ayudemos a mitigar los efectos perniciosos del cambio climático”, señaló.
En adición, esta reforestación acerca al Banco Popular a cumplir su objetivo de sembrar más de
un millón de árboles para el año 2030, como parte de los compromisos asumidos con su adhesión
a los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París sobre el
cambio climático.