
Sociedad dominicana: Hay dos grupos enfrentados ante el legado afrodescendiente
Por Editor de Variedades
- Uno apuesta a la memoria y otro al olvido
SANTO DOMINGO.- La dominicanidad es construida fundamentalmente a partir del legado africano. De España tenemos el idioma y parte de nuestro comportamiento. Sin embargo, la africanidad se ha marginado y esto ha generado una crisis de identidad en el pueblo dominicano que solo se da cuenta que es negro, que es afrodescendiente, cuando sale a otro país. “No se puede hablar de democracia donde hay racismo, y este es tan perverso que el racista no se asume como tal”.
Esto obedece a que, nos crearon una pirámide étnico racial desde una visión colonial que se sigue reproduciendo. Por tanto, en la sociedad dominicana hay dos grupos enfrentados ante el legado afrodescendiente, uno apuesta a la memoria y el otro al olvido.
En ese sentido, es necesario desaprender creencias para identificar la raíz de la dominicanidad; invisibilizada en ella la afrodescendencia. Siendo ésta producto de una pluralidad; diversidad étnico cultural muy marcada con la afrodescendencia, y con quien la sociedad tiene una deuda histórica, con hincapié en las narrativas oficiales.
Las afirmaciones fueron realizadas por el gestor cultural, ambientalista y coordinador de la Red Dominicana de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente (RedAfros, Darío Solano, en el programa Diálogo con Emilia Santos, al analizar la presencia africana en la identidad del pueblo dominicano.
“Hoy en día la ciencia ha determinado que los conglomerados humanos no pueden ubicarse en una perspectiva biologicista, porque el carácter cultural determina lo que somos, incluso hay que hablar del autorreconocimiento. El gran aporte de la dominicanidad en la actualidad es desde la espiritualidad, la cultura, desde nuestras identidades”.
El experto en empoderamiento humano aseguró que nuestro gran capital simbólico es lo humano, nuestro territorio. Por eso, debemos insistir en vivir nuestra afrodescendencia con orgullo, con sus valores, repudiando elementos que van en contra de lo que somos, para no perder el sentido de pertenencia con el espacio o que se reproduzcan en las futuras generaciones.
Sus afirmaciones fueron emitidas al ser cuestionado por la reconocida periodista Emilia Santos, acerca de la importancia de fortalecer la cultura, con hincapié en la autóctona; cómo se expresa el racismo estructural al que alude y el por qué de la negación de la descendencia africana: elementos que menoscaban la cultura. De igual forma, resaltar a héroes, heroínas afrodescendientes; características y géneros presentes en nuestra música, costumbres y gastronomía…
El gestor recomienda la construcción de ciudadanía cultural y crítica, para que el desarrollo y bienestar se vea en la calidad de vida de la población. Que cada persona asuma sus deberes y reivindique derechos. Abrace el diálogo intercultural, para construir igualdad.
Durante la conversación en el citado programa podcast multimedia, que se difunde cada lunes a las 10 de la mañana desde el Grupo de Medios Tele Radio Norte (TRN) en vivo por los canales 22 y 44 de Éxito Visión Cable, para todo el país, Facebook live y Youtube live, para el disfrute de toda las audiencias, y al que se accesa a través de: www,teleradionorte,com, Solano hizo mención del segundo decenio internacional de las Naciones Unidas para las personas afrodescendientes (2025-2034), que precisa, justicia, desarrollo e inclusión.
Enfatizó que las reparaciones históricas con los pueblos originarios y afrodescendientes del mundo, forman parte de esta agenda. La que repudia discriminación racial, racismos, xenofobia y toda forma de intolerancia. Insistió en que somos cultura milenaria, y en ese sentido, las reparaciones históricas tienen distintos niveles que van desde el aspecto económico, ético, religioso y visibilizar en la educación que de ella se hable.
“Es una vergüenza que en la educación dominicana no hay un capítulo dedicado a lo que fue nuestra esclavitud. Cuando una población no tiene memoria es dominada. Aquí se dieron los procesos de resistencia más importantes en 1521: el cimarronaje, la construcción de los manieles…, ningún ser humano renuncia al sentido de libertad y a su dignidad. Mientras esta sociedad no se abra, eso seguirá generando crisis”.
Recalcó que la narrativa que nos han contado, la historia, hay que interpelarla, porque nos ha creado héroes de barro, debido a que, los historiadores tergiversan la verdad, y como dice el adagio africano: “el colonizador mata dos veces y la segunda es con la memoria”. La idea es que se invisibilice un conglomerado que posee un enorme poder en sus manos.
Reitero que en la actualidad los pueblos afrodescendientes están planteando ser reconocidos dentro del marco de sujeto de derechos colectivos en el derecho internacional. “En todas las convenciones dice pueblos originarios o indígenas, pero no afrodescendientes, y hoy somos el 21 por ciento de la población mundial. Con gran dolor se afirma, que el rostro de la pobreza también se expresa en este segmento”.
De ahí que, la Unión Africana, compuesta por 55 naciones, designó el 2025 como el año de las reparaciones históricas, y desde hace 10 años, la Comunidad del Caribe (Caricom), desarrolla un protocolo, una agenda de 10 puntos que plantea este tema, y con ellos busca reivindicar también, la música, la danza, el perfil de vida, la relación con los bienes naturales, enfrentar la visión occidental de la salud; desde la perspectiva económica…, “las vidas negras valen, es una victoria del pueblo afrodescendiente enfrentando el racismo estructural.
Otro aliciente es que en el encuentro Afro de América Latina y el Caribe realizado recientemente en la República Dominicana durante los días del 4 al 7 de septiembre del año en curso, se concluyó instituir el foro internacional afrodescendiente sobre biodiversidad, para también ver que la crisis planetaria que hoy se expresa en cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación ambiental, afecta a las comunidades afrodescendientes de manera desigual, pese a ser aliados para mitigarlos y para la conservación.
En nuestro país, “el turismo extractivista desplaza a la gente de su entorno y el bienestar, el progreso, se concentra, y sin embargo, se socializan las pérdidas. Necesitamos educación, salud de calidad…, puntualizó.