Opiniones

Un país esquilmado, vilipendiado y estafado

Por EMMANUEL ABREU REYES

Desde los tiempos remotos la República Dominicana ha pasado por los más azarosos episodios, y hasta la fecha no podemos decir que haya salido victoriosa en alguno, hasta el punto de que muchos de los que se lucran del status quo hablan de democracia, pero creemos que esto ha sido falso, ya que en el fondo lo que hemos caído es de una dictadura en otra, adornada por constituciones amañadas.

Es decir, que de democracia sólo la piel, ya que en los órganos interiores lo que ha primado es la satrapía
opresiva sobre un pueblo bueno y obediente como es este (quizás excesivamente).

Juan Pablo Duarte, el dominicano más insigne, hizo sacrificios por este pueblo, para librarnos del yugo haitiano, sin embargo otro dominicano con ideas dictatoriales, nos referimos a Pedro Santana, exilió a este maestro y fusiló a otros trinitarios que soñaban por una Patria justa y equitativa para todos. Pero los traidores no son muchos, pero logran engañar a los pueblos.

Ya en estos tiempos caemos en dictaduras y en falsas democracias, que acaban trazando el destino de esta nación, ya que siempre caemos en lo mismo, la habilidad de estos personajes se pone de manifiesto. Caemos en las manos de Santana primero, luego Lilis, para después este pueblo recibir la primera intervención militar norteamericana.

Ya estábamos endeudados con ellos, bajo la excusa de que tomarían la aduana para cobrarse, invadieron todo el país. Después de consumarse todo este Vilipendio y estafa, caemos en el «generalísimo» Trujillo, el cual domina el país entero a sangre y fuego durante 30 años, como si fuera una finca de su propiedad.

Luego, al igual que Trujillo viene Joaquín Balaguer, quien continua bajo la sombra de una falsa democracia.  Somos de nuevo esquilmado, vilipendiado y estafado, y con todas suerte de artimañas pasamos esos 12 años, y después ocho, con tan mala suerte de que la forma de gobernar de Balaguer, exceptuando los crímenes, es imitada por los presidentes que le continuaron, bajo la idea de que «si este señor ya ciego, y con todos los achaques del mundo, metieron a este pueblo en un puño, yo que soy joven, puedo hacer lo mismo».

Lo cierto es, que de 1996 no hemos visto nada fundamental que repercuta positivamente sobre las masas irredentas, sino que cada presidente hasta llegar a la actualidad, gobiernan solo para favorecer a los ricos. De esta manera, los pobres son mas pobres, y los ricos son mas ricos. La clase media bien vilipendiada, va desapareciendo.

El primero fue Leonel Fernández, pienso que el mayor daño se lo hizo al pueblo, modificó el solo la Constitución, y hoy tenemos leyes que sólo favorecen al ladrón culpable. Hipólito igual, quebró bancos que aun hoy continua el pueblo sufriendo los embates de esos desafueros.

Y para colmo, accedió al poder Danilo Medina, quien se caracteriza por continuar los desmanes de Hipólito y Leonel, corrupción por doquier, principalmente de él, su familia, y sus amigos. Acuerdos de aposento actual, para una selectividad de los corruptos que irán a las cárceles.

Esperamos que el actual presidente no quiera pasar negativamente a la historia. Creemos que el tiempo ha demostrado para lo que da cada quien, y también que las voces disidentes tengan la oportunidad de enfocar mejor y con mas valor el problema haitiano, y que puedan unirse a ver si algún día llega alguien que verdaderamente represente al pueblo.

Una de las estafas que venimos sufriendo son los apagones contra los pobladores de esta nación o mejor dicho contra parte de ellos, es la energía eléctrica, todos los partidos prometen resolver el problema, pero cuando un partido llega al poder de inmediato se dan cuenta del caudal político económico que esto representa y como sabemos que a ninguno le importa el pueblo, sino sus intereses, porque son comerciantes.

Desde que Julio Sauri era el administrador de la vieja CDE, en tiempo de los 12 años de Balaguer, venimos sufriendo de los molestos apagones, con toda la consecuencia. Lo ultimo fue el robo de Odebrecht y Punta Catalina. Si nos vamos al agua, lo mismo; ya no disponemos de agua potable en las redes de distribución, necesariamente hay que comprar botellones de agua debido a la privatización de esta para favorecer a los ricos, y algo todavía peor, es que hay sectores que se pasan semanas y semanas y no llega agua ni para descargar los sanitarios.

Si nos vamos a la salud, las Administradoras de Riegos de Salud (ARS) han sido un fiasco en todos los sentidos, tanto para el paciente como para el médico, que es el que trabaja, mientras las mismas se enriquecen extraordinariamente. Hay que cambiar la ley 60 -97 y volverla a hacer.

Pero otro lado, los abusos contra este pueblo es el que comete el Congreso Nacional, cuyos miembros son favorecidos con exoneraciones de vehículos de lujo, con el barrilito y cofrecito. Los barbaros legisladores, en su mayoría son riferos y sin escrúpulos ya que no se les aprieta el pecho para recibir fondos del narcotráfico, no aprueban ninguna ley para favorecer al pueblo, sino para favorecerse ellos mismos y sus socios, hasta el punto que un senador o diputado, al año gana más dinero que el presidente norteamericano.

Finalmente termino diciendo, que hay una justicia para los ricos, y otra para los pobres, ya que hay unos 16 mil presos comunes en las cárceles, a los que no se les aplican ni siquiera las medidas de coerción, en cambio a los acusados de corrupción y condenados incluso, les dan prisión domiciliaria.

Como decía un humorista ya fallecido «…a pueblo este que tiene mala suerte». Podríamos llenar
muchas hojas más contando de Vilipendio y estafas.

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