Un poema, unas reflexiones
Por Jacqueline Oviedo
La lectura de un poema de Juana de Ibarbourou, conocida poetisa uruguaya del siglo xx, hizo surgir en mí reflexiones que me parece interesante compartir.
Les presento el poema, y a continuación las reflexiones:
MUJER
«Si yo fuera hombre, ¡que hartazgo de luna,
De sombra y silencio me había de dar!
¡Cómo, noche a noche, sólo ambularía
Por los campos quietos y por frente al mar!
Si yo fuera hombre, ¡qué extraño, qué loco,
Tenaz vagabundo que había de ser!
¡Amigo de todos los largos caminos
Que invitan a ir lejos para no volver!
Cuando así me acosan, ansias andariegas,
¡Qué pena tan honda me da ser mujer!»
Reflexión
Podemos inferir, que el poema pretende expresar el deseo que tienen muchas mujeres de ir por la vida conociendo, disfrutando, experimentando, tomando decisiones propias, aportando… en fin, viviendo a plenitud, en condiciones iguales a las del hombre.
Este es un deseo, a mi entender, legítimo, por el que vale la pena luchar para que se haga realidad.
Es penoso, que, en la actualidad, bastante tiempo después de la elaboración de este poema, haya mujeres reprimidas, golpeadas y hasta asesinadas por querer dar un rumbo propio a sus vidas.
Es necesario hacer conciencia de que no hay pretexto válido para maltratar a una mujer.
La igualdad de derechos entre hombres y mujeres, debe ser tema de los hogares y de los diferentes espacios educativos y culturales.
Actuar con criterio propio es una prerrogativa tanto de mujeres como de hombres. ¡Luchemos por eso!