Universidad Autónoma de Santo Domingo recuerda Revolución de Abril de 1965
Por Prensa Latina
SANTO DOMINGO.- El exvicerrector de extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Rafael Nino Feliz, sostuvo hoy que la Revolución de abril de 1965 fue el hecho más importante del siglo XX en la historia político-miliar de República Dominicana.
“Un pueblo que no recuerda su historia es un pueblo sin memoria”, expresó Nino al hablar en la conferencia “Soberanía de Juan Pablo Duarte a Juan Bosh y Francisco Caamaño”, en ocasión de conmemorarse el 58 aniversario de esa epopeya.
Mientras, el profesor Luis de León, coordinador de la cátedra extracurricular José Martí, expresó que el objetivo del coloquio es transmitir a los estudiantes y a las nuevas generaciones en general el derecho histórico de los pueblos a su soberanía y aproximarlos a la vida de esos tres héroes de la patria.
De León indicó que la gesta patriótica tuvo en la UASD un espacio para la construcción del Movimiento Renovador, el cual transformó una universidad élite y conservadora a una abierta y democrática, con acceso a todos sin importar su estatus económico o social.
La Revolución de abril, también llamada Guerra civil dominicana, tuvo lugar entre el 24 de ese mes y el 3 de septiembre de 1965 en la ciudad de Santo Domingo.
Precisamente hoy se cumplen 58 años de la segunda intervención militar de Estados Unidos, la cual trajo hasta la isla La Española –que comparte República Dominicana con Haití- a la 82 división aerotransportada, con el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA), siempre una aliada incondicional de Washington.
Los invasores bloquearon la capital y masacraron hasta niños durante la sangrienta operación para, dijeron después, “restaurar la democracia” en el país, cuando lo que pretendían era asfixiar el levantamiento del pueblo en armas por el retorno del gobierno legítimo de Juan Bosh.
A la conferencia asistieron, además, la compañera de vida de Francisco Caamaño, la combatiente Vicente Velez; Augusto Duarte, descendiente de la cuarta generación de Juan Pablo Duarte (1813-1876) y presidente de la fundación que lleva su nombre, además de Daniela Aquino, en representación de los estudiantes.