
Violencia en RD
Por ANULFO MATEO PEREZ
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Los asesinatos que se produjeron en el país, la mayoría de las víctimas, 1.446, fueron hombres. Se trata de muertes violentas no relacionadas con “naturaleza dura”, como le llamaba Schnider, o muertes en situaciones violentas en las que están involucrados tanto el agresor como la víctima.
Es innegable que las deplorables condiciones económico-sociales y de perversión política en interacción con los factores genéticos, dan las resultantes de la violencia que padecemos en nuestro país.
Este sistema capitalista dependiente y atrasado, por demás neoliberal, que violenta el derecho de las mayorías, mientras privilegia a una minoría, favorece la violencia antisocial y el crimen de todos los colores.
Ese fenómeno multifactorial también va dejando un saldo preocupante de muertes, donde se escenifican asaltos a mano armada, ejecuciones extrajudiciales, violaciones sexuales, feminicidios y mucho más.
Todos esos males son generados por un “capitalismo salvaje”, que reproduce hambre, desigualdad y modelos culturales basados en el egoísmo, venta y consumo de drogas, raterismo de todo tipo e insalubridad mental.
El desorden se profundiza al ritmo en que el sistema político, social y económico se resquebraja, acompañado de corrupción, con su secuela de exclusión, marginalidad, explotación, desempleo y violencia.
El escenario electoral es muestra de brutalidad, pugnas estériles, enfrentamiento entre grupos económicos, sociales y políticos por controlar los poderes en que se sustenta un sistema que no resiste más remiendos.
No hay ninguna duda, la crisis es estructural; el crimen afecta a la sociedad en todas sus dimensiones: géneros, clases sociales, provocando cifras elevadas de muertes al año, angustia y dolor en los ciudadanos.