El Piqué de Shakira en amor
EL PENSÓDROMO
RAPHY D OLEO
Perdón y Rencor
Doce años de relación y dos hijos. Una separación de mutuo consentimiento entre dos que quieren proteger el desarrollo emocional de la prole. Falso. Ella intenta sacar beneficios grabando un “Te felicito” de agosto con una “Monotonía” de octubre en el 2022 y nada pasa. A la tercera es la vencida, El Bizarro auspicia en el 2023 “La Sesión 53” y nace el fenómeno buscado.
En solo 24 horas, tanto en Spotify, con más de 14 millones de escuchas, como en YouTube con más de 52 millones de vistas, se convirtió en la canción en español más escuchada de la historia en un solo día,
El de mejor alcance y mayor cantidad de visitas en una hora con 3,6 millones de reproducciones, el Music Session con más reproducciones en menos de 24 horas, el quinto mejor debut en la historia de Spotify. En Instagram, la foto de Bizarrap y Shakira ya suma cerca de 6 millones de likes, lo que lo convierte en el post con más likes de la colombiana y el segundo del argentino.
Hasta aquí una historia farandulesca para una novela sin sangre o una película sin tiros. Pero en el mundo real del sentimiento y la razón aparece la dicotomía del perdón y el rencor. El primero como emoción para reparar un daño aceptando lo ocurrido sin guardar odio, y el segundo, por lo contrario, como resentimiento por la ofensa recibida.
En el amor, Shakira perdona, pero no olvida, mientras Piqué olvida cuando le conviene y perdona cuando sustituye. Es que si hay rencor no hay perdón, porque este se pierde con el olvido. Por ello el perdón consciente es un rencor guardado ya que el primero nos libera del segundo.
Shakira y Piqué son los objetos que usa la industria artística para acaparar la atención de un mercadeo perfecto, el cual moviliza una extraordinaria cantidad de dinero e intereses, ante la que sucumben los valores morales y familiares de una sociedad perdida y podrida. Ahora las mujeres no lloran, facturan. Ojalá qué a Milán y Sasha, sus hijos, no les afecte lo que a ellos corresponde: si no perdonas eres esclavo del rencor.
