
Las ARS y AFP, las estafas del siglo
Por EMMANUEL ABREU REYES
Las empresas privadas desde que existen en nuestro país han tenido la actitud generalmente conseguida de vincularse o mezclarse con el gobierno de turno en la intención de obtener beneficios ilimitados, contrabandear y/o no pagar los impuestos de ley que el fisco haya establecido.
Desde que los productos entran por las aduanas, buscan pasar pagando lo menos posible, o buscándosela con algún supervisor el cual obtiene beneficios altos si el empresario mete cinco furgones por ejemplo, y solo declara uno. Como sabemos esto es penalizado por la ley que tipifica el contrabando y la evasión de impuestos.
Aquí hay familias de nombre sonoros y abolengos, que toda la vida llevan evadiendo, y contrabandeando, protegidos por los gobiernos de turno, y nunca han sido tocados por la ley. Esta justicia es tan injusta que en cambio mete preso a un infeliz que por hambre se roba un pollo o un racismo de guineo. Lo funden en la cárcel, y pasan hasta años para que aparezca alguna institución que peina las cárceles, por ejemplo, una ONG sueca que periódicamente vienen al país para ver las injusticias de las ergástulas dominicanas.
Así en lo macro también tenemos las injusticias en las minas. Los políticos de turno entiéndase Leonel Fernández, y Danilo Medina, han permitido hacer contratos que les otorgan un 97% de los beneficios a la Odebrecht, Falcondo y demás, en cambio solo le dejan un 3% al país, más la depredación y el daño de dejar las tierras contaminadas, los ríos, y hasta el aire.
Por Cotuí uno no ve volando si a una cigua palmera. Sanjuaneros, no permitamos que nos dañen nuestra región, que quieren hacer lo mismo que en Cotuí y Bonao.
Si nos ponemos a hablar de los fraudes de todos estos corruptos de la familia Medina Sánchez, de la Sung Land, de los Supertucanos, etcétera de parte de los Fernández Reyna, Y de las tajadas que debieron recibir estos presidentes para permitir esas aberraciones.
Ahora bien, donde el asunto cobra limites increíbles es con las ARS y las AFP que tanto Leonel Fernández, como Danilo Medina, así como Hipólito Mejía, cada uno en su momento, permitieron la instalación de unas instituciones que engañaran tanto al pueblo, para favorecer a la clase pudiente.
Siempre gobernando para los de arriba, y los pobres halando solo aire. Si nos enfocamos primero en las ARS, debía funcionar enviando primero el paciente al médico primario, el cual sí puede resolver el problema, así lo hace enviando al paciente a una farmacia, la cual generalmente no tiene el medicamento, o hay que agregar dinero al costo, o te dicen que se acabó hace poco.
Otras veces el primario envía al paciente al especialista, el cual le manda a hacer exámenes de laboratorio, IX, y demás estudios complementarios a fin de llegar a un diagnóstico preciso. Generalmente hay que hacer copago en las Radiografías, las Resonancia Magnética (IRM) etcétera. y si es un Electrocardiograma, pues también.
Si es una seguridad social, no debiera pagarse nada, ya que los beneficios del seguro son inmensos, y su arca principal es del que no se enferma que son la mayoría.
Pero si al pobre paciente hay que operarlo, tiene que pagar extra por los días de estadía en el centro, además, hay que hacerle copago al anestesiólogo y al cirujano.
Pero con las AFP aseguradora de fondos de pensiones, aquí es que las aseguradoras hacen el escarnio grande. Según la ley que sustenta la seguridad social la 87-01 en cada paciente que trabaja debe irse acumulando un fondo para cuando este paciente se retire poder usarlo o para montar un negocio, o comprar una casa si no la tiene. Sin embargo, las aseguradoras engañan al médico al cual quieren pagarles una «chilata» por su trabajo. Y al pobre asegurado le niegan el dinero acumulado.
En, fin la seguridad social ha sido un fiasco en todos sus aspectos, y solo ha logrado enriquecer más a los ricos dueños de las aseguradoras, y continuar haciendo más pobre al pobre.
Apoyamos la lucha del Colegio Médico Dominicano (CMD) que ya tiene 3 movilizaciones esperando que sea revisada la ley que sustenta la seguridad social. Creemos firmemente que esto no debe estar para nada en manos privadas, sino que el gobierno es quien debe ocuparse.