
La inmigración y las salvajadas contra las parturientas haitianas
Señor Director:
1.- Históricamente, se ha dado el desplazamiento de grandes cantidades de personas físicas de un país a otro. La emigración ha tenido diferentes motivaciones.
2.- En el pasado, dejar el país de origen para establecerse en otro estaba encerrado, por lo general, en la persecución política, religiosa, discriminatoria o por necesidades materiales y espirituales del peregrino.
3.- En la actualidad, en la situación mundial está presente y se destaca el fenómeno migratorio, que es la consecuencia del desarrollo desigual del país del emigrante y el que hace de receptor.
4.- En la República Dominicana hay una gran cantidad de nacionales haitianos, en calidad de inmigrantes, insertados en distintas áreas del mercado laboral.
5.- Desde el año 1971 hasta ahora, 2025, no existe ningún Acuerdo firmado entre la República Dominicana y Haití para la entrada de haitianos a vender su fuerza de trabajo a un empleador o patrono dominicano.
6.- El inmigrante haitiano que presta servicios en la industria de la construcción, sector turismo o agrícola, lo hace al margen de cualquier reglamento que tenga fuerza de ley.
7.- Los empleadores o patronos, al igual que el gobierno central, tienen conocimientos de las condiciones bajo las cuales ejecutan sus actividades los inmigrantes haitianos.
8.- La estadía del haitiano en el territorio nacional, en condición de inmigrante, sin documentación alguna, es manejada por las autoridades dominicanas partiendo de su conveniencia política coyuntural.
9.- En otro orden, el asunto de las haitianas que vienen al país a parir es un negocio de tráfico de personas que se inicia en la frontera dominico-haitiana y termina en una sala de parto convertida en una desvergüenza, toda una afrenta.
10.- Lo que actualmente está ocurriendo en nuestro país con el trato a las haitianas que vienen a dar a luz es para horrorizarse, estremecerse, horripilarse y avergonzarse.
11.- El bochornoso procedimiento que se está poniendo en práctica contra las parturientas haitianas indocumentadas nos coloca como un país de gente deshumanizada.
12.- Una mujer haitiana indocumentada que llega aquí a dar a luz, en el curso del proceso de alumbramiento en el hospital pasa por un espacio de crueldad del cual es víctima la que está pariendo y el médico que la asiste.
13.- La haitiana que como indocumentada llega a la República Dominicana a echar al mundo una criatura es tratada como un trapo, puesta de vuelta y media ella y el galeno que la ayuda a alumbrar.
14.- Cuando la mujer haitiana no ha terminado de dar a luz, todavía con parte del niño o la niña en el vientre, ya está frente a ella un agente de migración, papeles en mano, para determinar su condición de indocumentada o no.
15.- Es para sentirse avergonzado, ponerse de mil colores, saber que en nuestra patria se recurre a métodos que causan repugnancia para hacer cumplir una ley nacional, estando de por medio una parturienta.
16.- Nadie se opone a que se le aplique la ley al que se coloca al margen de ella, pero sin violar el derecho a la vida y a la dignidad humana. En nuestro país, la salvajada contra las parturientas haitianas no debe continuar.
Atentamente.
Dr. Ramón Antonio Veras
Santiago de los Caballeros, 2 de mayo de 2025.